Los grupos de enfoque son conversaciones programadas entre un grupo de personas que responden a preguntas sobre una marca o producto. Muy similar a una terapia de grupo, se consideran cuestiones que un simple cuestionario no puede abarcar y desvelan la verdadera opinión de la gente sobre algo, y quizás más importante, cuáles son sus razones. Puede que te estés preparando para el lanzamiento de tu nuevo negocio de alumbrado y quieras que todos los focos se centren en tu proposición de marca. O quizá buscas nuevos ingredientes para tus últimas recetas. Independientemente del objetivo, aquí te contamos todo lo que debes saber para organizar tu propio grupo focal.
Los participantes
Lo habitual es que incluyas a gente con cosas en común y tengan interés en el tema de debate; por ejemplo, una edad y/o salario similar. Después de todo, no quieres que ocurra esto. Si tienes un grupo demasiado diverso, algunos participantes puede que no se sientan cómodos para expresarse por miedo a represalias y otros puede que exageren.
Aprovecha tu red de contactos para publicitar el grupo. Puedes pedir a tus conocidos, vecinos, excompañeros de trabajo que participen. Tendrás que tener en mente la respuesta que estás buscando a la hora de crear el grupo. Por ejemplo, si buscas feedback de tu público actual, los participantes deben concordar con esto. En el caso de que quisieras saber si tu producto funcionaría con un público más joven, entonces deberás asegurarte de incorporarlos al grupo.
Todos sabemos que el tiempo es oro así que ofréceles una recompensa por su tiempo y no olvides mencionarlo cuando promociones el grupo. Si no te sobra el dinero, ofrecer productos gratuitos o crédito para gastar en tu negocio puede ser una buena idea.
Ubicación
El emplazamiento es una parte esencial de la operación. Intenta evitar espacios demasiado amplios; los participantes deben sentirse bien acogidos y no ha de ser un lugar de difícil acceso. Tendrás que grabar la sesión así que escoge un lugar con buena acústica y sin ruidos. Una buena costumbre es proporcionar refrigerios a los colaboradores, pero no hace falta pasarse: es un debate, no una cena.
Mantén el equilibrio
Todos tenemos el típico amigo que nunca se calla y otro un poco más callado que necesita que le animen. Tu trabajo como líder del grupo es hacer que todos se sientan cómodos y que tengan la oportunidad de expresarse. Asegúrate de que todos los participantes saben que sus contribuciones son confidenciales; esto les ayuda a abrirse y ofrecer respuestas sinceras. Prepárate para escuchar algunos comentarios negativos. Nunca es fácil recibir críticas, especialmente sobre tu trabajo, pero son la mejor manera de prosperar.
Pídele a alguien de confianza que te ayude a organizar la sesión. Pueden ayudarte a gestionar el tiempo o grabar la sesión para que puedas escucharla de nuevo más tarde. Puedes utilizar un smartphone para grabarla y aplicaciones como ExpressScribe son muy útiles para transcribirla. Comentar el debate y tomar notas justo al acabar la sesión es una buena manera de recoger información sobre lenguaje corporal, expresiones faciales y actitudes' especialmente si no tienes acceso a una cámara de vídeo para grabarla.
¿Qué quieres saber?
Esta parte es crucial y va a marcar el tono del debate. Piensa de nuevo por qué quieres organizar la sesión y qué te gustaría saber. Empieza a reflexionar sobre las preguntas que quieres realizar y las cuestiones sobre las que querrías tener más información, como tu posición en el mercado o tu estrategia de precios. Formula preguntas abiertas que no puedan ser respondidas con un simple sí o no. Por ejemplo, si les preguntas su opinión sobre tu última idea para un nuevo producto, a continuación pregunta el porqué. Es en estas respuestas en las que obtendrás los detalles.
Tienes un tiempo limitado así que conviene agilizar la conversación y dedicar una cantidad de tiempo similar para cada tema. Lo habitual son alrededor de 8-10 preguntas en una sesión de 90 minutos. Si el propósito del grupo de enfoque es conocer la opinión de la gente sobre tu producto, disponer de prototipos y muestras aumentará la calidad de las respuestas. Darles a los participantes la oportunidad de tocar los productos en cuestión les dará una mayor experiencia y conocimiento para ofrecer su opinión.
No compartas las preguntas con el grupo antes del inicio de la sesión, no te interesa que los participantes preparen sus respuestas con anterioridad. Las respuestas han de ser lo más espontáneas y sinceras posible.
Y esto es todo, esperamos que estos fundamentos sobre grupos de enfoque sean de ayuda a la hora de organizar tu propia sesión. ¡Cuéntanos qué tal te va! Podrás encontrar mucha más información al respecto aquí.
Artículo original de David Revagliatte
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