He cogido dos de los aspectos visuales principales de una copa de champán, la forma triangular de la copa y las burbujas que flotan en ella, y las he dispuesto de forma diferente con un estilo monocromático muy minimalista. SIn duda algo burbujeante está sucediendo, pero no hace falta expresarlo con una explosión de color.
El diseñador freelance Sam Stephens creció en Mánchester y estudió en la Universidad de Kingston. Desde entonces, ha trabajado en varios estudios de diseño en Londres y ha trabajado con clientes que van desde algunas de las empresas de más éxito de la bolsa de Londres hasta ferias independientes de arte y fundaciones benéficas, lo que le ha valido premios como el D&AD, el Graphis y el premio de la Jerwood Foundation.