En MOO nos encanta que nos contéis cómo vuestras tarjetas de MOO os han ayudado a causar una gran primera impresión.
Tener unas Tarjetas de Visita (o unas MiniCards) memorables y de calidad es un gran primer paso, pero después de repartirlas y acordar una reunión, hay muchas otras formas de conseguir que la gente se acuerde de ti.
1. Sé todo oídos
Si estás un poco nervioso, te puede costar prestar atención a lo que tu nuevo contacto te está intentado transmitir. Pero si haces un auténtico esfuerzo por escuchar, podrás recoger los frutos de tu atención inmediatamente. Si repites lo que has oído y haces preguntas relacionadas con ello, tu interlocutor se dará cuenta de que valoras su opinión.
2. Utiliza su nombre
No te pases con este consejo o puedes acabar haciendo el ridículo. Si lo haces bien, este pequeño truco te puede ayudar a reforzar la idea de que estás prestando atención a tu interlocutor. Decir cosas como "estoy totalmente de acuerdo contigo, Juan" es una forma amistosa de transmitir que te interesa la conversación y que tienes en cuenta a tu interlocutor como persona individual. ¿A quién no le gusta esa actitud en un nuevo compañero de trabajo?
3. Las apariencias importan
Si alguien se presenta a una reunión despeinado y con la ropa sin planchar te llamaría la atención y no te haría ninguna gracia, ¿verdad? Si vas a ir a una entrevista con un cliente potencial o con tu posible futuro jefe, es importante que tengas un aspecto elegante y profesional, siempre en su justa medida. Ten muy en cuenta que vas a una reunión de trabajo.
4. El tiempo es oro
Te parece obvio, ¿verdad? Pues no te imaginas la cantidad de gente a la que no le parece importante llegar unos minutos tarde y que cree que a sus colegas o a sus nuevos contactos no les importa esperar un poco. ¡Por supuesto que les importa! Si llegas tarde, se quedarán con la impresión de que no se puede contar contigo. Planea todo con antelación y llega a la reunión con tiempo de sobra.
5. No te pases con los chistes
El humor es estupendo para romper el hielo, pero en este caso es mejor administrarlo en pequeñas dosis. Si se te va de las manos puedes hacer que tu interlocutor se acabe sintiendo incómodo, así que si no estás muy seguro, abstente de hacer bromas. Piensa que cuando conozcas a tus compañeros un poco mejor tendrás todo el tiempo del mundo para hacer gala de tus dotes cómicas, pero si ofendes a alguien sin querer en la primera reunión, esa será la impresión con la que se quede de ti.
6. Sé tú mismo
Sabemos que es muy fácil ponernos en modo profesional y dejar de ser nosotros mismos, pero todo el mundo se da cuenta de la diferencia. La gente quiere conocerte a ti y hacer negocios contigo, en lugar de con la persona que según tú ellos quieren conocer. Así que relájate, sé tú mismo, e inconscientemente tus interlocutores también se relajarán. Sí estás tenso, siempre ayuda respirar profundo un par de veces.
7. Establece contacto visual
Este consejo es básico. En cualquier libro sobre lenguaje corporal lo primero que leerás es que el contacto visual ayuda a que las personas confíen en ti. Si no los miras a los ojos, puede dar la impresión de que tienes algo que esconder, y ¿quién haría negocios con una persona así? (Pero ten cuidado y no los mires fijamente a los ojos ¡o los ahuyentarás!)
8. La sonrisa es tu mejor arma
Tampoco te pases, no hay nada más incómodo que un desconocido mirándote con una sonrisa forzada. Pero asegúrate de sonreír durante el primer contacto y mantén tu rostro relajado y amistoso, especialmente si sabes que tiendes a parecer demasiado serio. Imagínate que eres un niño nuevo en el cole: siempre te acordarás con cariño de la primera persona que te sonrió y te invitó a jugar.
9.¿Qué dice tu cuerpo de ti?
El lenguaje corporal no termina en el rostro, si no que se extiende a todo el cuerpo. Antes de que digas una sola palabra, la posición de tus brazos (abiertos o cruzados) o la firmeza de tu apretón de manos le darán una idea a tu interlocutor de la clase de persona que eres. Investiga un poco sobre el lenguaje corporal para saber lo que hay que evitar, y conciénciate de lo importante que puede llegar a ser.
10. No todo gira en torno a ti
Bueno, al menos esta vez. No hables demasiado de ti mismo y permite que tu interlocutor te hable sobre él. Si te están haciendo una entrevista, lógicamente las reglas cambian un poco, pero incluso en este caso, al entrevistador le suele gustar que le hagan preguntas sobre la empresa y sobre sus objetivos, y en general es más probable que contraten a alguien que muestre interés por sus ideas.
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