Por qué (y cómo) hemos creado un embalaje más ecológico

La próxima vez que recibas productos de impresión MOO, es posible que notes que tenemos un nuevo embalaje. O puede que no: lo diseñamos para que tuviera el menor impacto posible. No más plástico. Menos despilfarro. Justo lo que tu negocio —y nuestro planeta— necesitan.

Detrás de ese cambio hay un equipo de múltiples talentos con una misión en común: reducir la huella de carbono de MOO. Pedimos a Felix Ackermann, diseñador principal de productos, y a Ebba Long, responsable de la gestión de marca, que nos contaran más sobre cómo redujimos nuestro impacto ambiental con un embalaje nuevo e inteligentemente diseñado.

¿Por qué ahora?

La idea de revisitar nuestro embalaje fue impulsada al darnos cuenta de que, si bien habíamos cambiado y evolucionado, nuestro embalaje seguía siendo el mismo desde hace muchos años.

Para Félix, había llegado el momento de seguir adelante. «Nuestro embalaje siempre ha puesto el listón muy alto dentro de la industria y nuestros clientes lo han recibido muy bien. Fue diseñado hace varios años, y el mundo que nos rodea y MOO han cambiado desde entonces. La idea de un nuevo embalaje representó una gran oportunidad, pero también un desafío, que nos permitió reinventar este punto de contacto tan importante entre nuestra marca, nuestros clientes y el planeta». 

«Para garantizar una evolución sostenible, nuestro embalaje tenía que reflejar este cambio».

A medida que damos los pasos para convertirnos en un negocio más sostenible, tenía sentido revaluar nuestros envases a partir de esta perspectiva; y este ha sido un compromiso fundamental para el enfoque de Ebba. «Al ser una empresa con propósito, siempre miramos hacia adentro para ver cómo podemos mejorar continuamente nuestro impacto, tanto en el planeta como en la sociedad. Para garantizar una evolución sostenible, nuestro embalaje tenía que reflejar este cambio. Esto llevó a nuevas conversaciones y, en última instancia, a una excelente oportunidad para analizar dónde y cómo podíamos minimizar el despilfarro al reducir el exceso de embalaje sin perder la calidad superior por la que la marca MOO es conocida».

Una cariñosa despedida

A nuestra comunidad le encantó el anterior embalaje de MOO. Cuando se le preguntó si fue una decisión difícil retirar algo que personas aman, Ebba habla sobre el desafío de tomar la decisión correcta, pero que debía tomarse:

«Nuestro embalaje es el primer punto de contacto físico con nuestra marca y tiene que transmitir la esencia de MOO. Como marca de calidad, nuestro desafío era mantener la apariencia y las sensaciones que nuestros clientes esperan de nosotros, pero de manera eco-consciente; es decir, adoptando las medidas necesarias para mostrar nuestro compromiso de convertirnos en una marca más sostenible para nuestros clientes globales».

«¿Por qué cambiar algo si recibe tanto amor?»

Para Felix es importante pensar con el futuro en mente, incluso si hay que arriesgarse. «Cuando hablo de cambiar algo, a menudo me acuerdo de la cita de Ford: ‘Si le hubiera preguntado a la gente, me habrían pedido caballos más rápidos’. Si bien nuestros cambios son mínimos en comparación con la introducción del automóvil, fue aterrador embarcarse en el viaje del cambio de nuestro embalaje. ¿Por qué cambiar algo si recibe tanto amor? Sin embargo, creo que es importante analizar el panorama general, por lo que aprovechamos esta oportunidad para asegurarnos de que nuestro embalaje refleje nuestros valores de marca premium y al mismo tiempo sea más sostenible».

Dar vida al nuevo embalaje

En MOO, nos encanta el diseño. También nos encantan los desafíos. «Las dos casillas principales que había que marcar eran: fortalecer nuestros valores de marca premium y garantizar la sostenibilidad. Se trata de dos objetivos que son fácilmente alcanzables individualmente, pero juntos constituyen un gran reto», dice Felix. Conferir al nuevo empaque un aspecto y una sensación de calidad protegiendo los productos MOO de manera eficaz también fue una prioridad para nosotros. Y trabajamos duro para marcar TODAS las casillas.

Encontrar ese conjunto de características implicó mucha investigación y colaboración en cada etapa del camino. «El mayor desafío ha sido encontrar una solución que satisficiera las necesidades y deseos de todo el mundo. Espacio de almacenamiento, valores de marca, expectativas del cliente, protección durante el tránsito, flujo de trabajo dentro de nuestros almacenes y puntos de contacto para el montaje y la sostenibilidad: había que tener en cuenta todos estos factores. Y que no se nos olvide el coste», explica.

La creación de las cajas fue el resultado de un fantástico trabajo en equipo, todos comprometidos a imaginar un producto bonito, práctico y sostenible. Para Félix, aquí es donde ocurre la magia. «Lo que más me gustó fue trabajar con muchos compañeros y compañeras fantásticos, todos especialistas en su campo, para llegar a una solución simple, bonita y funcional».

60% reciclado, 100% reciclable

El nuevo embalaje no tiene plástico, es 100% reciclable y está hecho con más del 60% de material reciclado y sin cloro. Para Ebba, mantener estándares elevados era de suma importancia. «Buscamos los materiales más preciados con elevadas credenciales sostenibles. Miramos, tocamos y probamos muchos hasta que encontramos los correctos, los que representaban la esencia de MOO gracias a su calidad, textura y acabados sofisticados».

Recibimos ayuda de nuestros amigos de Mohawk. «Pudimos encontrar tres papeles diferentes que reflejan al mismo tiempo coherencia e individualidad, con una maravillosa textura y acabado sin recubrimiento. Tiene un alto contenido de fibras recicladas y utiliza muy poco colorante», explica Félix.

«Esto demuestra que se puede lograr un gran diseño con cualquier material»

«Sin embargo, el verdadero cambio vino del uso del papel microcorrugado. Se trata de un cartón corrugado con flautas muy finas. Ofrece una sorprendente estabilidad y protección gracias a su peso. Básicamente, esto significa que estamos utilizando muchas menos fibras de madera, es decir menos árboles, que las que utilizábamos en nuestro embalaje tradicional. Para esta parte del embalaje, decidimos utilizar un normal papel Kraft marrón, que es 100% reciclado. Al combinar estos dos materiales, pudimos reinventar y elevar un material de embalaje básico para conseguir un aspecto limpio, arquitectónico, simple pero bonito». Ebba añade: «Esto demuestra que se puede lograr un gran diseño con cualquier material».

Para Feliz, la parte favorita de las cajas es el diseño limpio y simple. «Creo que los colores neutros, junto con el acabado minimalista, pero bonito, son muy atractivos. Permite destacar lo más importante, es decir los productos de nuestros clientes».

Un futuro sostenible 

Al ser una empresa online, nuestro embalaje es el primer punto de contacto físico con nuestros productos y nuestra marca. Por eso es tan importante que refleje nuestro compromiso. Y con estas nuevas cajas, Felix piensa que clavamos el objetivo.

«Nuestro nuevo embalaje está hecho de un 60% de materiales reciclados. El resto proviene de bosques gestionados de forma sostenible, utilizando materiales locales. Nuestro socio de producción se encuentra muy cerca de nuestro almacén en EE.UU., lo que contribuye enormemente a reducir nuestra huella de carbono. Estimamos que, en promedio, cada embalaje viaja aproximadamente 12.900 km menos que cuando lo enviamos desde nuestro almacén de EE.UU.».

Además de eso, el embalaje es mucho más ligero, lo que también tiene un impacto positivo en nuestra huella de carbono. Y se envía plano, lo que significa que enviamos menos aire y ahorramos una gran cantidad de espacio en nuestros almacenes. Solo hace falta abrirlo para darle forma y añadir tus tarjetas.

Entonces, ¿qué es lo siguiente? Para Felix, el embalaje es tan solo el comienzo. «Hay muchas más cosas que queremos hacer en el futuro. Cada nuevo producto que diseñamos y lanzamos es una oportunidad para reinventar el panorama del mercado existente y asegurarnos de encontrar una solución sostenible. Y esto no solo incluye la elección del material o el método de producción, sino también la vida útil de esos productos».