Los cinco lenguajes del aprecio en el trabajo

Tanto en las relaciones románticas como en las amistades, hemos aprendido lo importante que es la compatibilidad. Ya sea que eso se reduzca a intereses compartidos, creencias y valores similares, o incluso la forma en la que expresamos nuestras emociones y amor hacia la otra persona. ¿Se aplica lo mismo al trabajo?

Es precisamente lo que explica Gary Chapman en su libro, Los cinco lenguajes del aprecio en el trabajo. Veinte años después de su exitosa serie de libros sobre Los cinco lenguajes del amor, en la que abordaba las formas generales en que las parejas románticas expresan y experimentan el amor, adaptó su teoría a las relaciones laborales.

Es importante sentir que nos notan, nos escuchan, nos protegen y nos valoran

Sin embargo, al igual que comprender el lenguaje de amor preferido de su pareja es fundamental, también es importante comprender cómo las diferentes personas abordan las interacciones laborales en el trabajo y no solo. Buenas noticias: los cinco lenguajes se aplican también al entorno laboral. Por supuesto, sabíamos desde el principio que algunos funcionaban mejor que otros: el contacto físico, por ejemplo, hay que tomarlo con pinzas.

Sin embargo, para todos nosotros es importante sentir que nos notan, nos escuchan, nos protegen y nos valoran. Quizás deberíamos prestar más atención a la elección de los lenguajes adecuados para que las relaciones funcionen mejor y sean más positivas. Te dejamos algunos consejos para adaptar los lenguajes del amor a la comunicación en el lugar de trabajo.

Palabras de afirmación = Retroalimentación

El primer lenguaje del amor encaja perfectamente en el entorno laboral. Un cumplido hay que darlo solo si la persona se lo merece. Este primer lenguaje también puede traducirse en mentorías y en la enseñanza de todo lo que has aprendido a aquellas personas con un puesto inferior. Por otra parte, las palabras de afirmación pueden relacionarse con comentarios constructivos. Que sea o no difícil de escuchar, los consejos bien intencionados son fundamentales para aprender y mejorar en el trabajo.

Si crees que este podría ser el lenguaje de amor que los miembros de tu equipo valoran más, podrías felicitarlos por su buen trabajo. Alternativamente, si este es el lenguaje de amor que tú prefieres, podrías reunirte con tu superior para comunicarle tu deseo de fortalecer tus competencias y ambiciones para avanzar hacia un rol de liderazgo. 

Otra manera de practicar este lenguaje sería decirle a alguien lo bien que está haciendo su trabajo, compartir feedback positivo públicamente durante las reuniones o en grupos de correos. También puedes crear una carpeta con todos los comentarios positivos que has recibido.

Tiempo de calidad = creación de vínculos

En un mundo de trabajo híbrido y en remoto, el tiempo de calidad —que se traduce en la creación de vínculos en el lugar de trabajo— puede ser aún más crucial. Si a ti o a tus compañeros os gusta interactuar y compartir experiencias, este podría ser tu principal enfoque para expresar aprecio en el trabajo. Puedes practicarlo de diferentes formas: a través de proyectos colaborativos o quedadas después del trabajo.

Crear vínculos en el lugar de trabajo forma parte de la categoría “no laborable” puesto que se trata de ir un poco más despacio, conocer a un compañero de trabajo y dedicarle tu atención. Pero eso no significa necesariamente que tenga que ser presencial. También puedes hacerlo en remoto, a través de llamadas en Zoom.

Este lenguaje de aprecio puede hacer que los empleados se sientan más tranquilos y puedan gestionar mejor la ansiedad y otras dificultades relacionadas con la salud mental.

Otros ejemplos de creación de vínculos en el lugar de trabajo incluyen terminar un proyecto con un evento de equipo, celebrar los eventos importantes y los cumpleaños, y tomarse el tiempo para apoyar a los colegas que necesitan hablar con alguien.

Recibir regalos = nuevas oportunidades

Puede que a ti o a otros os guste más recibir muestras de aprecio tangibles, por ejemplo en forma de objetos materiales. De los cinco lenguajes del aprecio en el trabajo, este es quizás el más creativo.

Cuando se trata de trabajo, este lenguaje de amor se puede aplicar a través de tarjetas regalo, entradas para eventos o, incluso, tiempo libre remunerado. Los regalos físicos son una gran manera de demostrar tu aprecio y recompensar a tus compañeros por un trabajo bien hecho. (¿Es un buen momento para mencionar que creamos botellas y cuadernos personalizados? Digamos que sí, lo es.)

Por otra parte, los regalos también pueden llegar en forma de nuevas oportunidades. Si eres consciente de que esto les pueda interesar a tus compañeros, pon sus nombres en la parte superior de la lista para los siguientes proyectos. Si consideras que este es tu propio lenguaje de amor en el trabajo, comunícaselo a tus superiores. En caso de que surja una oportunidad, serás el primero o la primera de la lista.

Actos de servicio = apoyo

Los actos de servicio pueden traducirse en apoyo y cuidado hacia los compañeros de trabajo. Este lenguaje de aprecio sugiere que las acciones hablan más alto que las palabras, ya sea dando consejos a alguien, compartiendo documentos o recursos que te hayan resultado útiles o, incluso, encargándote de tareas adicionales para quitarle cargas de trabajo a alguien.

Si decides optar por este enfoque, también sería útil seguir estos consejos. En primer lugar, pregunta antes de ayudar espontáneamente, para no pisar el terreno de nadie. Asegúrate de que quede claro que lo haces de forma voluntaria: un favor se aprecia más cuando estás encantado de hacerlo. Asegúrate de aclarar cómo tu compañero quiere que lleves a cabo la tarea. Por último, asegúrate de terminar lo que empezaste. En pocas palabras, no intentes más de lo que puedes.

Más ejemplos de este lenguaje de amor en el trabajo incluyen apoyar a otros preguntándoles si están bien o incluso prepararles un café, comprar el almuerzo o traerles un regalo en los momentos de mayor estrés.

Contacto físico = motivación

Finalmente, el último de los cinco lenguajes de amor en la lista es el contacto físico, el que es más difícil de aplicar al entorno laboral, pero puede incluir gestos como una palmadita en la espalda o un apretón de manos.

Este lenguaje ha sido reemplazado por la motivación mutua, sobre todo cuando los días son especialmente complicados y es necesario hacer algo para levantar el ánimo.

Si has notado que un empleado responde bien cuando lo animas, asegúrate de hacerlo con consejos o cumplidos. Otras formas de adoptar este enfoque incluyen agradecer a las personas con el contacto visual o una sonrisa, enviar un aplauso virtual durante una reunión en Zoom, organizar reuniones regulares para hablar de los nuevos retos y animar al equipo cuando estáis a punto de lograr algo importante.

¿Tu lenguaje de aprecio en el trabajo consiste en hacer regalos a tus empleados? No hace falta que digas nada más. Estos regalos personalizables dicen “gracias” como ningún otro.