La psicología de regalar: uno para ti, uno para mí
¿Por qué hacemos regalos? Explora la psicología detrás de los regalos en esta guía práctica.
La costumbre de hacer regalos se remonta a los inicios de la humanidad, y no va a desaparecer pronto. Este gesto aparentemente simple tiene mucho significado. Hacer regalos ayuda a crear vínculos y fomentar relaciones, convirtiendo esta costumbre en un entramado de la sociedad.
¿Por qué hacemos regalos? Descubre la psicología tras regalar y sus beneficios para cultivar las relaciones y la salud mental en esta práctica guía.
¿Qué entraña un regalo?
Un regalo se define como algo material o inmaterial que se entrega voluntariamente a una persona, un grupo de gente o entidad, sin recibir ningún pago a cambio, para celebrar una ocasión o dar apoyo. Entonces ¿por qué hacemos regalos e invertimos tiempo y dinero en regalos detallistas sin esperar nada a cambio?
Solo porque no se espera nada a cambio, no significa que hacer regalos no tenga sus recompensas. Hacer regalos como comportamiento humano tiene, en realidad, un propósito evolutivo específico: ayudar a las personas a establecer contactos y desarrollar comunidades. Esto explica su predominio en todas las culturas, acercando a la gente y fortaleciendo relaciones personales y profesionales.
5 beneficios de regalar
Regalar tiene varios beneficios, y son tan positivos para los que regalan como para los que reciben, sino incluso mejores. Y todo se debe a la psicología de regalar.
Ser generoso tiene sus recompensas
La generosidad está (y siempre estará) “de moda”. La psicología tras regalar se fundamenta en la generosidad y el cariño. El acto de mostrar generosidad, entregando, por ejemplo, un regalo a alguien, en realidad tiene un efecto increíble en la salud física y mental. ¡Aún más razón para ser generoso!
Según datos recopilados por Random Acts of Kindness, expresar generosidad hacia los demás (mediante, por ejemplo, regalos) puede conducir a un aumento de la energía y la esperanza de vida, los sentimientos de cariño y felicidad, e incluso puede ayudar a aliviar el dolor y reducir la tensión arterial. Un estudio de la Emory University también sugiere que hacer buenas obras lleva a un aumento de la actividad en el núcleo del placer y la gratificación del cerebro, tanto como si se fuera el destinatario de dicho buen gesto. Lo llaman el “colocón del ayudante” y sería una lástima no ponerlo a prueba.
Vínculos más sólidos
El acto de regalar despierta una conexión entre el que regala y el destinatario del obsequio, ya sea un cliente o un amigo. Independientemente de quién reciba el regalo, tu gesto demuestra que le reconoces y valoras como parte de tu mundo. Regalar ayuda a formar vínculos fuertes y construir relaciones duraderas, potenciando así este sentido de conexión.
Este principio de la psicología de regalar ha sido esencial para que la humanidad, como sociedad, se solidarice y desarrolle al unísono. Un grupo de investigación que estudia los efectos de las donaciones benéficas ha descubierto que el acto de regalar activa una región del cerebro asociada con la vinculación social. Genial, ¿eh?
El poder de la empatía
La empatía es uno de los pilares de la psicología de regalar. Cuando se hace un regalo, se pretende deleitar al destinatario, ya sea con una agradable sorpresa o prestando ayuda necesaria y desinteresada. Buscar un regalo implica intentar comprender a esa persona destinataria. En este punto, regalar y psicología van de la mano, al mostrar interés por las necesidades, deseos e intereses del receptor. Así que, básicamente, se está ejercitando el músculo de la empatía.
¿Cómo beneficia esto al que regala? Al demostrar al receptor que te has puesto en su piel para encontrar el regalo apropiado, le estarás animando a que haga lo mismo por ti, y será más probable que haga un esfuerzo para conocerte mejor en adelante. La empatía también fomenta conductas de ayuda, fortalece las relaciones y contribuye a ajustar las propias emociones.
Expresar gratitud
Regalar puede ser una forma de expresión, y es considerado como uno de los cinco lenguajes del amor por el Dr. Gary Chapman. Expresarse con una muestra de agradecimiento puede ser eficaz a la hora de comunicar tu gratitud. Es una señal de que reconoces la enorme contribución de alguien a tu vida y sientes la necesidad de corresponder.
Aunque puede parecer de mala educación entregar un regalo a alguien sin decir una sola palabra, los obsequios pueden ayudarte a decir aquello que te cuesta expresar. También pueden reafirmar tu mensaje, demostrando que prefieres hacer que hablar, porque has invertido tiempo en encontrar el regalo apropiado. Así que ¡es hora de enviar a tus mejores clientes la cesta de obsequios de empresa que se merecen!
Recompensas (a veces)
Nos cuesta admitirlo, pero a veces hacemos regalos esperando de recibir algo a cambio. En ocasiones, incluso tememos las posibles implicaciones de ser los destinatarios. Pero esto no significa que no seas generoso o que estés esperando algo a cambio. Simplemente significa que deseas desarrollar una relación equilibrada, donde ambas partes son tratadas por igual.
La reciprocidad no implica necesariamente obsequios materiales, se trata de recompensar al que regala agradeciendo su esfuerzo por hacerte un regalo. Puede ser una tarjeta de agradecimiento, un favor o, si tienes mucha suerte, ese poni con ese que siempre has soñado.
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