Diseño ecológico: Tala LED y el negocio de las preciosas bombillas sostenibles

Muchos grandes negocios comienzan con un buen producto como respuesta a un dilema. Como respuesta a la acuciante necesidad de energía sostenible, Tala LED ofrece iluminación tradicional con tiras de LED en elegantes bombillas de vidrio soplado para proporcionar una preciosa alternativa de bajo consumo a las bombillas estándar. Nos reunimos con dos de los cuatro fundadores de Tala, William Symington y Ciaran Dawson, para hablar sobre cómo encontraron su nicho de mercado y la importancia de conectar con la gente adecuada.

Cuéntanos cómo se te encendió la “bombilla”.

William: Nuestra intención era desarrollar un producto de baja emisión de carbono con un gran diseño que fuera accesible para todo el mercado. El mundo de la iluminación era la opción más evidente puesto que es algo que empleamos todos y las alternativas existentes no daban la talla.

Ciaran: La pregunta fundamental que nos hicimos fue: ¿Por qué no se adoptan más rápidamente las tecnologías de bajo consumo? Nos dimos cuenta de que la industria estaba dominada por unas cuantas organizaciones gigantescas desde su origen y esto había llevado a la comoditización de los objetos de iluminación, que para nosotros es un error.

Parece que la sostenibilidad y conservación están en el centro de los valores de vuestra marca. ¿Cómo predicáis con el ejemplo?

William: ¡Son nuestros valores de verdad! Queremos demostrar que puedes crear productos ecológicos y aún así, viables comercialmente sin caer en trucos efectistas. Con este propósito, por cada 200 bombillas que vendemos, plantamos 10 árboles.

Ciaran: Colaboramos con una ONG de Stratford Upon Avon llamada The Heart of England. Trabajamos con ellos para plantar árboles autóctonos como parte del programa nacional de reforestación. Su objetivo final es plantar 30 millones de árboles y vamos a colaborar al máximo en su misión.

¿Qué tipo de respuesta está recibiendo TALA?

William: ¡Muy positiva! El público y los minoristas han comprendido perfectamente lo que intentamos conseguir. Somos muy afortunados al poder encontrarnos en la situación de poder elegir con quién trabajar y entablar relaciones con nuestros clientes.

¿Cómo estáis atrayendo al público adecuado y consiguiendo que se involucren en vuestro proyecto?

Ciaran: Este año las ferias han sido cruciales en nuestro crecimiento. De momento hemos presentado nuestros productos en Alemania, Francia, Estados Unidos y el Reino Unido. Cada presentación tiene su propia personalidad y la demografía varía enormemente. Por ello, hemos lanzado una campaña bastante amplia para poder conocer al mayor número de gente posible antes de empezar a decidir con quién queremos trabajar codo con codo.

William: Nuestros productos y valores obtuvieron por sí mismos el reconocimiento inicial. A partir de ahí, el equipo de diseño y marca están aplicados a fondo para capitalizar este reconocimiento y llevar a Tala a una audiencia más amplia para poder plantar aún más árboles.

El mercado de la iluminación no es exactamente especializado. ¿Cómo marcáis la diferencia respecto a la competencia?

William: No hay nada en el mercado, ni lo ha habido, que se parezca a nuestra línea de productos Voronoi. Aunque muchos otros lo han intentado, nadie se ha acercado a nuestra calidad.

Ciaran: Nuestra historia, nuestra gente y nuestros productos.

¿Cómo ha cambiado vuestra vida diaria y vuestras responsabilidades con el crecimiento del negocio?

William: Empezamos dedicándonos a todo y aprendiendo las bases de todos los aspectos del negocio. Ahora ya podemos permitirnos explorar para descubrir nuestra pasión. La mía está en el desarrollo empresarial.

Ciaran: Ningún día es como el anterior así que tenemos que ser bastante flexibles. Todos hemos trabajado en todos los departamentos de la empresa pero con el crecimiento del negocio tenemos que supervisar ciertas funciones básicas para que no se nos escape nada.

¿Tenéis algún consejo para todos aquellos que quieran montar su propio negocio?

Ciaran: Lanzaos. Es al mismo tiempo lo más difícil y gratificante que podríais hacer. Aun tras una semana o mes brutal, hay luz al final del túnel.