¿Cómo hacer que tomar café sea más práctico?

Samantha, propietaria de la cafetería All That Java, pretende cambiar la manera en la que compras café haciendo que sea de lo más cómodo.

Café. ¿Qué haríamos sin él? Nos hace arrancar por las mañanas y es el combustible de nuestras ajetreadas vidas. Y normalmente lo queremos rápido, de gran calidad y sin complicaciones.

Resolver esta fórmula ha impulsado la carrera de Samantha, propietaria de All That Java. Samantha pasó algún tiempo viviendo en Seattle y está impresionada con las prácticas cafeterías en las que puedes pedir y recoger tu café por las mañanas sin necesidad de bajarte del coche.

Pero al volver a la costa este, Samantha se sorprendió al ver que la idea aún no había despegado allí. Inspirada por su experiencia en Seattle, se propuso recrear la misma facilidad y comodidad para pedir un café que tanto había disfrutado ella. Y así es como nació All That Java. ¡Nos ha hecho reconsiderar a todos la manera en la que compramos café!

¿Cuál fue tu motivación para establecer All That Java?

Cuando vivía en Seattle, teníamos 5 “auto-cafeterías” de este tipo y todos los días había una cola de clientes larguísima (yo entre ellos) esperando para hacerse con sus cafés. Cuando volvía de visita a casa a la costa este siempre me preguntaba cómo era posible que estos puestos aún no hubieran triunfado allí. Una década más tarde, cuando me mudé de vuelta a Rhinebeck me inspiré en mi experiencia en Seattle. Entonces decidí crear All That Java con el objetivo de hacer que el proceso de comprar café sea de lo más práctico y eficiente. ¡Me encanta!

¿Qué llegó primero: la ubicación o la idea para tu negocio?

La idea de crear una pequeña flotilla de cafeterías me había rondado la cabeza durante un tiempo pero en Seattle ya estaba todo hecho. A veces con un estilo más tradicional y otras veces un poco más corporativo, como Starbucks. Rhinebeck y el Valle de Hudson son mi hogar y no tenían nada parecido a mi sueño. Me pareció el lugar perfecto para empezar así que me mudé allí de nuevo. Ya conocía a la gente y ahora ya conozco cómo se toman el café.

¿Qué inspiró el diseño de tu marca? ¿Lo creaste tú misma?

Me encanta sentarme delante del ordenador y simplemente empezar a experimentar. Por ejemplo con la “v” de Java. Cuando empecé a buscar ideas pensé: “¿Podría ser una taza? Mejor no, la idea es café para llevar. Debería ser un vaso para llevar.” Y simplemente sigo creando hasta que encuentro algo que sea perfecto. Seguí el mismo proceso cuando me puse a diseñar la cafetería: dibujos, dibujos y más dibujos.

Para los gráficos, empecé a crear algo más tenue, a base de grises, azul marino y blanco. Después de un par de meses, empecé a incorporar toques de color. Esta suele ser mi técnica, siempre empiezo con negros, grises y blancos y de repente aparece un candelabro azul eléctrico.  

Nos encanta la manera en la que interactúas con tus fans en las redes sociales con publicaciones como #brewpoint. ¿Por qué crees que tener una presencia online es importante?

El café suele ser una compra impulsiva así que me pareció importante tener una presencia online para que la gente me tenga en cuenta.

Instagram es muy divertido y me pareció el lugar perfecto para empezar. Lo primero que hice fue crear #brewpoint: un lugar donde mis clientes pudieran compartir sus fotos y experiencias, y desde entonces ha evolucionado y se ha convertido en una fantástica comunidad de apasionados de Java.

¿En qué te basaste para crear el sistema de compra a través de mensaje de texto?  

Para mí, la comodidad y eficacia son la clave. Esa es la razón por la que hacía cola en mi coche en Seattle todos los días. Quería ofrecerles a mis clientes la misma experiencia y facilitarles la compra de café. Actualmente la manera más sencilla es a través de mensaje de texto pero me gustaría crear una aplicación en el futuro.

Hace poco estableciste tu segunda cafetería. ¿Aprendiste alguna lección en Rhinebeck y que has puesto en práctica en la inauguración de la cafetería de Hudson?

Desde luego, hemos conseguido ser mucho más eficientes desde que abrimos. Hemos mejorado la disposición del local. Java 2 solo mide 2.5m x 3.6m, ¡así que la eficacia es primordial! También pudimos replicar el proceso original así que todo resultó mucho más sencillo. Solo nos llevó 7 días construir Java 2.

¿Qué usos les das a tus #MOOcards?  

He utilizado a MOO durante años para imprimir productos personales. También solía hacer pedidos para el negocio de fotografía que gestionaba antes de mi nueva vida con Java, así que sabía que estaba en buenas manos. La gama de formatos y tamaños que ofrece MOO es superversátil. He creado una amplia variedad de productos de marketing, desde tarjetas de visita a tarjetas de fidelidad.

El diseño y los colores que creo en pantalla son exactamente lo que recibo por correo unos días más tarde. La textura de las tarjetas es increíble, la gente siempre hace comentarios al respecto.  

Dar ese gran salto y lanzar tu propio negocio es un paso enorme, ¡pero muy emocionante! ¿Qué consejos tienes para otros emprendedores que vayan a embarcarse en un camino similar?

Para mí, lo más importante es guiarte por tu instinto. Sonríe, sé agradecido, disfruta de la vida y recuerda apreciar cada uno de los momentos del viaje.

La fantástica emprendedora Lucy Frost ha diseñado la identidad de marca de su propio negocio de tatuajes. Lee su historia aquí