Katie Rose Johnston, la perspectiva moderna de la acuarela
Las sesiones de “Friday Night Sketch” en el Design Museum en Londres continúan en 2019. Charlamos con nuestra tercera anfitriona sobre su nueva versión de una técnica clásica.
Afincada en Londres, Katie Rose Johnston es ilustradora, diseñadora y pintora de acuarelas. Utilizando técnicas tradicionales para representar temas tanto clásicos como modernos, sus alegres diseños se basan en un peculiar sentido del humor y la pasión por el color atrevido.
Katie admite que la acuarela “tiene una reputación más bien cursi”. Pero su trabajo como ilustradora, diseñadora y pintora de acuarelas es cualquier cosa menos cursi.
“La mayoría de las técnicas vienen y van, hoy están de moda y mañana dejan de estarlo”, comenta Katie. “Pero muchas marcas combinan la acuarela en el espacio en blanco de sus ilustraciones, lo que aporta un estilo moderno”.
Entre sus clientes encontramos a Sonos, Universal Music y la revista The Cocktail Lovers, pero Katie también ha hecho exposiciones en varios espacios en Londres, incluyendo el Victoria & Albert Museum y la Royal Academy.
Además de encargos y colaboraciones, Katie también organiza talleres periódicos para artistas y es miembro del colectivo de ilustración Day Job Studio, que colabora en proyectos muy variados, desde murales y editoriales hasta animaciones e instalaciones.
Conversamos con Katie para descubrir su acercamiento al uso de la acuarela en el diseño y qué le entusiasma de ser la anfitriona de la última sesión de Friday Night Sketch.
¿Cómo empezaste como ilustradora?
Mi familia es muy creativa y siempre me animó a desarrollar mi interés por el arte. Desde muy temprana edad estuve fascinada por el dibujo y mi deseo de dibujar y pintar no ha cesado desde entonces. Yo diría que todavía hoy el dibujo es el pegamento que mantiene unidos los diferentes elementos de mi trabajo.
Estudié ilustración en el Camberwell College of Art en Londres y fue allí donde entendí realmente lo que es ser ilustradora y cómo hacer frente a ello. También hice un máster en el Royal College of Art (RCA) y allí aprendí cómo mis destrezas podían ser aplicadas en otros contextos.
¿Qué influye en tu estilo de trabajo?
Me encanta viajar, hago centenares de fotos y bocetos que más tarde utilizo para crear historias e ilustraciones sobre los lugares que he visitado. Es una buena manera de mejorar mi técnica, pero también de sentirme conectada a nuevos sitios.
En mi día a día siempre presto atención a las cosas que me rodean. Me encantan los estampados de las aceras, los edificios y los colores que surgen en los paisajes naturales. También tengo la suerte de que muchos de mis amigos y familiares son diseñadores, las conversaciones con ellos son una gran fuente de inspiración.
Cuando dibujo a partir de lo cotidiano mi trabajo es mucho más espontáneo, como un torbellino en el papel. Pero cuando estoy pintando una composición terminada, las cosas van más lentas y están más meditadas.
Creo que para mí el desafío es intentar hacerlo a la inversa, es decir, mantener un poco de espontaneidad en mis composiciones finales y pensar más detenidamente y sin prisas cuando dibujo a partir de lo cotidiano.
Cuéntanos más sobre el colectivo Day Job Studio. ¿Cómo surgió?
Surgió en 2012, cuando mis amigos y yo acabamos nuestros estudios en el Camberwell College of Art. Algunos de nosotros ya habíamos trabajado juntos en nuestros proyectos de fin de carrera y no disponíamos de un espacio dónde guardar nuestro material artístico, así que decidimos compartir un estudio en Peckham.
Lo utilizamos para seguir trabajando y compartiendo ideas. Pronto nos dimos cuenta de que la unión hace la fuerza y que esto nos permitía trabajar en exposiciones y publicaciones sin romper el presupuesto. Day Job Studio evolucionó a partir de ahí, más tarde entendimos que la colaboración era una excelente manera de hacernos notar después de la universidad.
A medida que crecemos en nuestros propios campos nos centramos más en nuestras carreras individuales, por lo que tenemos que hacer un verdadero esfuerzo para hacer algún proyecto juntos cada año.
Pero esto es muy importante, a veces el trabajo para tus clientes te puede absorber y hacer que te olvides de ti mismo. Day Job nos da la oportunidad de prestar atención a nosotros mismos.
¿Cuál es tu proyecto favorito hasta la fecha?
Muchas de las cosas que hice con Day Job en nuestro primer año fueron muy divertidas, y también trabajé en un proyecto fantástico creando imágenes animadas para espectáculos de Peter Gabriel y Sting.
Junto con un equipo del RCA, creamos un pequeño entorno realmente inspirador en una pequeña habitación abarrotada de cosas. Tratamos de mantener el trabajo lo más básico posible, me divertí mucho pensando en formas creativas para conseguir que las imágenes dibujadas y pintadas a mano cobraran vida.
También tengo un libro, que se publicará este año, sobre los graciosos enfoques de la pintura con acuarela, ¡estoy deseando que salga!
Has participado en numerosas exposiciones en el Reino Unido. ¿Cómo consigues llamar la atención de las galerías de arte?
Muchas de las exposiciones fueron proyectos en común con Day Job. Al ser un colectivo tenemos el aplomo para lanzarnos a ello.
También pasé por una fase de apuntarme a todo, y tuve la gran suerte de conseguir trabajo a raíz de ello. Mantener ese alto nivel de energía puede resultar difícil, especialmente cuando recibes negativas, pero no debes tomártelo a pecho.
¿Cómo es tu espacio de trabajo?
El pasado año fue un desafío, ya que tuve que dejar un espacio de trabajo permanente para viajar a Asia. Preparé un kit de viaje que incluía todos los elementos esenciales para trabajar. Algunos de los lugares en los que me instalé eran increíbles, recuerdo que, en una ocasión, mientras estaba muy estresada por una fecha de entrega, me senté en la orilla del río Mekong y tuve que pellizcarme para convencerme de que estaba allí.
Recientemente me he mudado a un nuevo piso en Londres, con espacio suficiente para tener un estudio en casa. Estoy ansiosa por tener de nuevo todas mis herramientas a mi alrededor y trabajar en piezas mucho más grandes.
¿Cómo empezaste en la enseñanza?
Cuando estaba en el Camberwell College of Art empecé a enseñar diseño a tiempo parcial los fines de semana, a través de un programa de difusión. Desde entonces, he seguido enseñando a adultos y niños en escuelas y galerías.
Ahora organizo mis propios talleres y hago el programa yo misma, algo a lo que quiero dedicarme más este año. Los participantes están llenos de inspiración y siempre tengo la sensación de que yo también aprendo de ellos.
¿Qué te entusiasma de ser la anfitriona de Friday Night Sketch en el Design Museum?
El tema de la sesión, “Dibujando calma”, es algo que ya comencé a explorar en el RCA. Desde entonces he dirigido talleres que combinan el aprendizaje creativo y la meditación.
Para mí es un tema personal porque he padecido ansiedad, dibujar o hacer algo con las manos es una manera fantástica de controlar el estrés.
Ha sido sorprendente enseñar dibujo en un entorno tan geométrico, algo que queda reflejado en los bocetos que crean los participantes. Muchos optan por centrarse en las formas y los diseños del espacio, lo cual es genial.
¿Qué consejos darías a aquellos diseñadores que desean desarrollar su carrera en diseño?
Hay algo que debe ser dicho sobre desarrollar sigilosamente tus aptitudes y ser modesto al respecto. Contradice muchos de los consejos de negocios que proclaman “¡Lánzate!”, pero creo que es importante tener una base sólida antes de comenzar a presumir de lo bueno que eres. La gente realmente buena deja que su trabajo hable por sí mismo.
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