Cómo lo CONSEGUIMOS: Mes de la concienciación sobre el estrés
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Todos somos conscientes de que el estrés es algo serio, pero ¿sabíais que abril es el “Mes de la concientización sobre el estrés”? Desde 1992 se ha estado creando conciencia sobre las causas y curas de la tensión emocional. Este mes también ofrece una oportunidad para iniciar la conversación sobre el impacto que tiene en la salud mental, y cómo podemos gestionarlo mejor (e incluso reevaluar términos como “gestionarlo”). Así que hemos pedido a cuatro MOOnstruos que compartan sus experiencias con ese temido sentimiento.
Arnold Boros, coordinador de empleados
“He usado varias estrategias para reducir mi estrés. La actividad física es una de mis favoritas para relajarme y desestresarme. Por ejemplo, ir al gimnasio después del trabajo me ayuda a despejar mi cabeza, liberar tensiones y mejorar mi estado de ánimo.
Recientemente he estado investigando sobre terapia de comportamiento cognitivo, y ha demostrado ser una excelente manera de replantear mi proceso de pensamiento y abordar las cosas que encuentro difíciles o estresantes.
Tener un espacio para hablar y compartir sentimientos es esencial. Puede ayudar a crear un sentido comunitario y de apoyo para gente que tal vez esté atravesando por experiencias similares, y particularmente para gente que tal vez se sienta aislada o sola en sus conflictos personales.
Como profesionales de recursos humanos, es nuestra responsabilidad crear un ambiente de trabajo y una cultura solidarios que valoren la comunicación abierta y el bienestar emocional. Proporcionar un espacio donde los empleados puedan compartir sus sentimientos puede ayudar a identificar problemas y preocupaciones potenciales desde un principio”.
Roxy Osario, auxiliar de oficina
“Soy una persona muy optimista a quien le encanta sonreír, así que puedo reconocer fácilmente cuando el estrés empieza a invadirme. Empiezo a aislarme y hablo poco.
“Si algo está más allá de tu control, deja de preocuparte y sigue adelante”.
Una de las reglas de oro que sigo, y que me alivia el estrés, es: “Si algo está más allá de tu control, deja de preocuparte y sigue adelante”. Si no hay nada que puedas hacer en ese momento ¿por qué estresarte sobre algo que no puedes cambiar? Simplemente sigue adelante. La preocupación se convierte en ansiedad, que se puede convertir en un agujero negro. Prefiero mirar esa situación en la que me encuentro y aceptarla tal y como es.
Cuando estoy estresada me acuesto y cierro los ojos durante cinco o diez minutos. Así consigo reposicionarme, pensando en nada más que mi respiración. Esto frena el paso del tiempo.
A más largo plazo, voy a menudo al gimnasio y eso me hace sentirme mucho mejor después. También consigo una sensación de satisfacción, como ¡guau! El ejercicio es tiempo que pasas contigo mismo, y es una actividad ideal para desestresarse”.
Helen Daglish, administradora de redes sociales
“Antes tenía problemas para identificar cuándo estaba estresada, lo que lo que lo hacía mucho peor. Pero ahora lo entiendo mejor, me pone irritable, incapaz de tomar decisiones y me causa una horrible sensación de catástrofe inminente (muy dramático). Pero, en general, soy capaz de gestionarlo mejor hoy en día.
Para mí, hacer ejercicio es una manera ideal de desestresarme. Correr se ha convertido en mi terapia, y es la mejor manera de distraer mi mente y sentirme renovada. El karate es también fantástico, además de poder golpear cosas, es para mí una manera de prestarme atención plena, por extraño que parezca.
Pero reconozco que hacer ejercicio puede ser un gran reto, especialmente cuando estás estresado. Tienes que hacer un gran esfuerzo para encontrar la motivación. Pero de todas las veces que me ha costado empujarme a ello, NUNCA me he arrepentido después”.
Jenny Morgan, gerente de servicio al cliente
“Soy bastante buena ocultando cuando estoy estresada porque generalmente soy bastante extrovertida. El primer indicio puede ser un sarpullido en el pecho, y mi corazón empieza a palpitar más rápido. El estrés a largo plazo desestabiliza mi sueño. Cuando estoy preocupada por algo, tiendo a no poder desconectar por la noche, permanezco tumbada en la cama repasando mentalmente todo lo que debería haber hecho y dicho.
Trato de adoptar una rutina consistente para relajarme a la hora de acostarme. Soy una gran fan de las velas y la música relajante. Pero lo principal es reducir el tiempo que paso frente a la pantalla, así que opto por leer o lavar los platos, o simplemente hablar con mi hermana para relajarme.
Me gusta salir de casa durante mi descanso a la hora de comer y pasear (y ver a cuantos perros puedo conocer). Al trabajar desde casa a veces no salgo durante días, así que tengo que empujarme a hacerlo.
En el trabajo siempre me aseguro de dejar tiempo disponible durante las reuniones para que la gente del equipo pueda hacerme saber cómo se encuentran. Sentir que eres escuchado cuenta mucho”.
Gracias a nuestros embajadores de salud mental, los eventos y los esfuerzos continuos de nuestros Empleados y JEDI (Justicia, Equidad, Diversidad e Inclusión), cada día mejoramos en la lucha contra el tabú en torno a la salud mental en el trabajo. Incluso tenemos un canal (Slack) donde todos pueden compartir recursos para mejorar nuestro bienestar.
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