Guía de una experta para una vida ordenada con Laurel Farrer
Laurel Farrer, experta en decluttering, ofrece siete maneras de limpiar tu espacio de trabajo.
¿Tu mesa está llena de tazas de café vacías? ¿Tu escritorio está repleto de iconos? Todos hemos pasado por ahí. Le pedimos a Laurel Farrer de Distribute, empresa especializada en lugares de trabajo, algunos consejos sobre cómo crear un espacio limpio y productivo, perfecto para trabajar desde casa.
Si bien la mayoría de nosotros nos estamos iniciando en el trabajo remoto, Laurel Farrer tiene años de experiencia. Es presidenta de la Asociación de Trabajo Remoto y CEO de Distribute Consulting , una empresa especializada en movilidad laboral. Le pedimos que compartiera sus consejos favoritos para trabajar desde casa de forma más eficiente.
Empieza con una auditoría
Lo primero que Laurel sugiere es coger un Notebook y ver cuántas cosas hay en tu escritorio/mesa.
“La auditoría es un principio fundamental en las finanzas y operaciones comerciales porque es muy común que los pequeños gastos o hábitos se acumulen con el tiempo y nos desvíen del camino. Lo mismo pasa en nuestra vida personal. A menudo no tenemos idea de cuánto tiempo pasamos en las redes sociales o cuántos documentos inútiles tenemos en nuestro escritorio hasta que nos damos cuenta de verdad. Por lo tanto, una auditoría es un buen punto de partida: realiza un seguimiento de tu tiempo, tus mensajes, tus reuniones o lo que sea que necesites ordenar; luego busca oportunidades para fortalecer o eliminar zonas de desperdicio”.
No guardes las cosas “por si acaso”
¿Esa vieja máquina de fax que has estado guardando para un día lluvioso? Pues sería mejor deshacerse de ella. Puede que incluso esté estorbando tu espacio.
“Piensa en esto como si fueras a limpiar tu armario: probablemente haya algún traje, camisa o zapatos viejos que hayan estado ocupando espacio y acumulando polvo durante años porque los guardaste “por si acaso”. Pero nunca los has usado. Hay algunas excepciones, pero en general, si puedes reemplazarlos sin tener que gastar mucho dinero, tienen poco valor sentimental y llevas un año sin usarlos, probablemente debería deshacerte de ellos. Lo mismo se aplica a tu vida profesional: piensa de manera crítica en los papeles, cables, reuniones, registros, hábitos o accesorios que tienes, pero que nunca usas ni necesitas”.
Piensa en la ergonomía
El trabajo híbrido ha llegado para quedarse. Entonces, por el bien de tu espalda, probablemente es hora de sustituir esa vieja silla plegable.
“Lo que es cómodo no siempre es bueno para tu salud física o mental. Por ejemplo, trabajar en la cama o en la playa suena genial, pero tu cuerpo se verá afectado con el tiempo. Invertir en un espacio de trabajo ergonómico puede no sonar muy divertido a corto plazo, pero notarás los beneficios a largo plazo”.
Céntrate en lo esencial
Farrer es una gran fan de “Ordenar con Marie Kondo”. Entonces, si tu escritorio está lleno de, por ejemplo, viejas monedas y bolígrafos que no funcionan, es hora de ordenar.
“Quita cualquier objeto de tu espacio de trabajo y vuelve a poner solo lo que consideres realmente necesario. Luego, haz lo mismo con tu tiempo y tareas: analiza tus reuniones, descansos y tareas para asegurarte de que estás siendo eficiente y productivo durante toda la jornada laboral. Porque si tu escritorio está desordenado, es probable que tu mente también lo esté”.
Mantén el equilibrio entre vida personal y trabajo
¿Pasas de una tarea a la siguiente, sin poder concentrarte? Probablemente sea hora de planificar cada momento del día, dice Farrer.
“Esta estrategia te permite priorizar las cosas más importantes (relaciones con tus seres queridos, ejercicio, tareas esenciales con plazos inminentes) para luego llenar los espacios con todo lo demás. No solo podrás adaptarte más a tu horario, sino que también te ayudará a modificar y gestionar tu tiempo de manera natural y más efectiva”.
Sé proactivo con el desorden
No pienses “Esto está bien” antes de que sea demasiado tarde. Ordena a menudo, antes de que el desorden se acumule.
“Si solo estás ordenando porque de repente ves un gran desastre, entonces ya es demasiado tarde. El desorden probablemente ha estado afectando tu concentración y energía durante mucho tiempo. En su lugar, sé proactivo para evitar se acumule un gran desorden dedicando tan solo 10 minutos al final de cada día para actualizar tu lista de tareas pendientes y tirar papeles que ya no necesitas. Luego, programa 15-30 minutos una vez a la semana para organizar y limpiar tu mesa. Es mucho más fácil que tomarse un día entero (o dos) para ocuparse de todo el despacho”.
No olvides gestionar el tiempo
Cuando tu dormitorio es tu oficina, que también es tu sala de estar, es fácil que los límites entre vida personal y el trabajo se difuminen. Para evitar esto, Farrer recomienda gestionar el tiempo.
“Pon límites, especialmente con tu tiempo. Sería tentador abrir el ordenador y trabajar cada vez que piensas en algo que necesitas hacer, sin embargo, este hábito afectará negativamente el equilibrio entre vida personal y trabajo. En su lugar, hazte responsable de comenzar y detener el trabajo en ciertos momentos. Esta estructura y separación resultan beneficiosas tanto para tu vida personal como para el trabajo”.
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