Cómo ser productivo: prueba estos 5 consejos esta semana
¿Quieres aprovechar tu día al máximo? A todos nos gustaría encontrar la manera de ser más eficaz y evitar distracciones. ¿Has probado estas?
El tiempo es nuestra mayor riqueza, nuestro mayor lujo… y lo que más desaprovechamos. Encontrar la manera de organizar tus horas de trabajo puede facilitarte la faena, y hacer que tu tiempo libre sea más gratificante. Estos son nuestros consejos para aprovechar más tu día. ¿Cuáles son los tuyos? Cuéntanoslo en los comentarios. Y ahora, ¿dónde está tu lista de tareas pendientes?
1. Ten claros tus objetivos
Lo primero es lo primero, ¿qué quieres? El primer paso para ser más eficaz es fijar objetivos.
Lo habitual es tener 3 tipos de tareas en nuestras listas:
– Ambiciones: “Quiero ser el mejor fotógrafo de bodas de Boston.
– Hábitos diarios: “Hacer al menos 30 minutos de ejercicio diario.
– Tareas: “Enviar presupuesto estimado al nuevo cliente.”
Lo primero es identificar de qué tipo de objetivo se trata. Es bastante difícil fijarte una ambición el lunes y tacharla el martes. Pero dividirla en tareas más pequeñas (publicar en tu blog, compartir tu portafolio, prepararte para eventos…) puede ayudarte a conseguirlo. Así tendrás una lista más factible para empezar.
Una vez hayas determinado tus objetivos, tanto si son inmediatos o a largo plazo, escríbelos. Puede ser tan simple como escribirlos en tu diario y establecer plazos para cumplirlos, pero si buscas un método más sólido, Bullet Journaling es una manera genial para estructurar tus tareas diarias, recordatorios y hábitos.
Inspírate con nuestro artículo sobre la creación de listas de tareas efectivas.
2. Divide tu día
Un gran paso para aumentar tu productividad es dejar de considerar tu día como un largo bloque o incluso como dos bloques bastante largos de medio día. La mayoría de psicólogos indican que el mayor periodo de tiempo en el que podemos concentrarnos de verdad son 45 minutos.
Esto significa que si tus objetivos para el día son demasiado extensos o largos, te será más difícil completarlos. Acuérdate de cuando ibas al colegio: coge tu lista de tareas y crea un horario a partir de ella, variando el tipo de tarea a cada hora. Esta también es una manera genial para fijar un periodo de tiempo específico para tareas regulares, como consultar el email o tareas administrativas, en lugar de que te interrumpan constantemente durante el día.
Más sencillo aún, sigue al tomate. La técnica Pomodoro, inventada por el desarrollador italiano Francesco Cirillo en los años 80, recomienda trabajar en periodos de 25 minutos con 5 minutos de descanso entre ellos, y un descanso más largo tras 4 periodos de trabajo. En esos descansos cortos puedes dedicarte a cualquier tipo de entretenimiento (dar un paseo, jugar con el perro, entrar a Tinder…) y así te será mucho más fácil mantener la concentración.
Más información sobre la técnica Pomodoro
3. Haz que tus distracciones sean constructivas
Dale un giro a tus distracciones y conviértelas en tiempo de investigación. Si no puedes evitar mirar el móvil o seguir leyendo esa novela tan interesante durante tus horas productivas, introdúcelo en tu planning. Date tiempo para explorar tus distracciones favoritas, como Facebook o Instagram, pero fija un límite.
Puedes emplear este tiempo para explorar los hashtags relativos a tu ámbito de trabajo para ver qué está haciendo la competencia o publicar un comentario en un foro profesional para interactuar con tus compañeros de profesión. Este tipo de actividades pueden suponer un descanso pero además te ofrecerán información sobre las tendencias de tu industria lo cual puede resultar muy útil. Nunca se sabe de dónde vendrá la inspiración.
4. Clasifica tus tareas
Todos sabemos (por lo bajini) que en realidad nunca llegamos al final de nuestras listas de tareas. Siempre podríamos hacer más cosas, acabar más trabajo… Por eso, un truco providencial es crear un ranking: no olvides tus prioridades y asegúrate de cumplirlas.
Otra corriente es la de realizar primero las tareas más odiosas. ¿Te toca acabar las tareas administrativas o hacer la declaración de impuestos? Quítatelas de encima lo antes posible y así evitarás procrastinar y posponer las tareas hasta el infinito y te hará más feliz saber que se encuentran en el pasado.
5. Reflexiona sobre el equilibrio entre tu vida personal y la profesional
Todos tenemos un ritmo natural de altibajos durante el día. Por suerte, muchos lugares de trabajo modernos han reconocido este patrón y ofrecen a sus empleados mayor flexibilidad en su horario y modo de trabajo. Si eres autónomo o puedes marcar tu propio horario de trabajo, considera averiguar cuáles son tus horas más productivas. ¿Quieres tomar el almuerzo a las 11.15? ¿Prefieres trabajar el domingo y tener libres los miércoles? Pruébalo y determina cómo trabajas mejor.
Muchos de nosotros hacemos las cosas por costumbre por lo que seguir el horario incorrecto o no ser lo suficientemente claros respecto a nuestros objetivos puede hacernos perder buenas oportunidades. Ajustando nuestra rutina diaria y abriéndonos a las posibilidades, podemos aprovechar mejor el tiempo y, con un poco de suerte, disfrutar más de la vida.
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